sábado, 21 de enero de 2023

EL ASESINATO DE ROGER ACKROYD, de Agatha Christie (1926)


Lectura 25/2022 (21-12-2022) 

Puntuación: 8/10 Sí lo recomendaría.

Autor: Agatha Christie (Reino Unido, 1890-1976)

Título: The Murder of Roger Ackroyd

 Año: 1926

Traductora: Patricia Antón de Vez

Editado en 2007 por la Editorial RBA, 221 páginas, ISBN 9788479015435.

Argumento: En una pequeña y sosegada ciudad ficticia británica, King's Abbot, una dama, Mrs Ferrars, asesina a su marido y es víctima de extorsión hasta que ella, sin poder aguantar más, se suicida. El hombre a quien ella amaba, Roger Ackroyd, recibe una carta que le revela el nombre del extorsionador, quien le llevó a tal fatídico desenlace. Pero antes incluso de conocer la identidad del personaje, Roger Ackroyd es asesinado. Poirot, recién retirado a King's Abbott, es llamado para tratar de resolver el oscuro caso.

Mi opinión: Esta es una de las mejores novelas de Agatha Christie que he leído, o tal vez una de las que he leído en el momento adecuado. Tal vez las anteriores sean mejores pero las leyese demasiado pronto para comprenderlas. En cualquier caso, El asesinato de Roger Ackroyd llegó a mis manos tras escuchar en una entrevista a Arturo Pérez-Reverte afirmar que esta novela le llamaba positivamente la atención por un aspecto concreto: reunir todos los ingredientes de una novela bien construida formal y conceptualmente, sin desmerecer el hecho de que también sea reina en su género concreto, el suspense.

Incurrí en la osadía de comprobar si mi opinión coincidía con la de Pérez-Reverte y por eso me animé, a modo de reto, a hacerme con esta novela y leerla con el ojo crítico de quien espera poder decir: no, no es la novela perfecta. ¿Cuál es el resultado? Pues que si bien tengo muchas novelas en mi repertorio a las que tengo desde luego más cariño, esta sí es una buena novela. Sí está bien construida, bien planificada y bien escrita, y ello redunda en un satisfactorio aprendizaje útil para cualquier aspirante a juntaletras, o escritor. Pero es además un buen antídoto contra la mala literatura que a veces nos rodea. 

Con esto no sorprenderé a nadie. Todo el mundo sabe que Agatha Christie fue y sigue siendo la reina del misterio. Su prolífica obra lo atestigua. Pero debemos ir más allá de los convencionalismos y lugares comunes y buscar nuestra visión crítica de las cosas, nuestra propia opinión. Creo que hay autores de suspense ciertamente interesantes a la altura de Agatha Christie, como Enyd Bliton (1897-1968 o el inmortal Stieg Larsson (1954-2004), pero Christie tiene para mí esa dosis necesaria de buen gusto, de saber que una obra suya es una buena elección para la lectura de cabecera o la lectura de tren, o de playa, o de sala de espera. Te atrapa, te envuelve, y sobre todo te exige responder a la consabida pregunta: "¿quién es el asesino?"

En El asesinato de Roger Ackroyd asistimos a una historia breve podría representarse fácilmente para teatro porque se desarrolla en apenas unos días y en un espacio muy concreto: la vivienda del difunto y adinerado hombre de negocios, señor Ackroyd (y la vivienda del narrador, el doctor James Sheppard, y su entrañable y cotilla hermana Caroline, que suelta perlas fascinantes a lo largo de la novela). En estos dos escenarios, pero sobre todo en la mansión principal de Roger Ackroyd, se sucede una novela que necesita un reducido elenco de personajes con una característica común: todos son priorísticamente sospechosos del crimen, aunque unos más que otros. En este elenco debemos excluir naturalmente al verdadero protagonista de la novela, el detective de misterios recién jubilado Hércules Poirot. Poirot, que a estas alturas es ya un viejo amigo para todos los que amamos la literatura de Agatha Christie, nos acompaña de nuevo en esta novela arrojando luz allí donde los demás solo atisban sombras, y dejándonos boquiabiertos de pura sorpresa con las insospechadas pistas que revelan insospechadas verdades. 

Esta es la verdadera magia de Agatha Christie, atestiguada en esta novela: saber sorprender al lector pero sin llegar a tratarlo de tonto, sabiendo engatusarlo con pequeñas dosis de logros que nos hacen creer que vamos por el buen camino, que nuestras dotes detectivescas no se han oxidado del todo. Pero la autora guarda en esta novela un buen as en la manga y cuando creamos que hemos dado con el hilo adecuado del que tirar, caerá el telón y afrontaremos la verdad. Como es habitual, y se agradece, Agatha Christie no desaprovecha la oportunidad de describir a la policía local y rural inglesa de la época como un atajo de incompetentes, en los términos más benévolos posibles, por decirlo de algún modo. Por suerte siempre estará el detective Poirot para desentrañar estos misterios y capturar al asesino. O asesina, por no eliminar posibilidades.

Esta novela, en suma, se disfruta mucho. Me ha llamado la atención de nuevo esa pincelada tan inglesa de contar las historias. Me refiero a que es habitual tener en este tipo de novelas inglesas de la primera mitad del siglo XX una serie de elementos característicos: grandes casas o mansiones en pequeños pueblos muy rurales y muy ingleses, con propietarios muy ricos que mantienen a su alrededor a distintas hermanas solteras, sobrinos huérfanos, amigos de juventud, un abogado, secretario, médico o similar, todos estos sin dar un palo al agua y parasitando alrededor del gran señor de la casa. Cuando leo a Agatha Christie siempre me pregunto: ¿pero no tienen nada mejor que hacer? ¿no trabajan? Son seres en perpetuas vacaciones, sin obligaciones, sin estrés, siempre dispuestos a mantener largas conversaciones entre ellos a pesar de ser muchas veces desconocidos. Pero adoro estas cosas. Pues transportan al lector a un mundo de exquisita educación donde los chismorreos y las mentiras corren paralelas a las sonrisas y las tazas de té caliente, mientras alguien dice en algún lugar: "¡Oh, querida!". Y después de decir esto, aparece la víctima con un abrecartas clavado en el pescuezo y media docena de sobrinos herederos en la habitación contigua, sin que ninguno de ellos haya escuchado nada.

De El asesinato de Roger Ackroyd conservaré siempre la escena memorable en la que varios de los protagonistas disputan una partida de cartas nocturna en la casa del doctor y narrador James Sheppard, y mientras juegan educadamente, intercambian elaboradas teorías con el fin de resolver el asesinato del señor Ackroyd. Muy inglés. Muy grato de leer. Por todo ello he disfrutado con esta novela, que he leído en pocos días.

Como curiosa anécdota Agatha Christie publicó esta novela en 1926, el mismo año en que protagonizó el escándalo o noticia más intrigante de su vida. Afectada por una supuesta depresión, desapareció misteriosamente luego de que su coche apareciera abandonado al borde de la carretera. Fue hallada once días más tarde bajo un posible cuadro de amnesia, en un hotel bajo el nombre de una amante de su marido, de quien había adoptado el apellido Christie, perdiendo el de soltera, Miller. Dos años después se divorciaría de él pero mantendría su apellido de casada.

Es mi opinión. Tú tendrás la tuya, si lo lees.

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